i am the noise

Algunos libros y películas (500 Days of Summer, El día que me vaya no se lo diré a nadie de Kiko Amat y especialmente Alta Fidelidad de Nick Hornby) han tratado de buscar esa conexión entre ser un obsesivo de la música y los efectos que tienen en nuestras relaciones amorosas. De hecho una de las citas mas conocidas de Alta Fidelidad es "¿Era miserable porque escuchaba música pop? ¿O escuchaba música pop porque era miserable?"

Yo creo que hay una relación entre ambas cosas, la cual se da porque parte de ser un obsesivo de la música es estar todo el tiempo buscando canciones nuevas para escuchar y la razón principal por la que uno busca y escucha nueva música es por la misma razón que uno busca conocer nuevas personas cuando esta soltero... El pensamiento, casi una certeza, de que tal vez la canción perfecta para nosotros, al igual que la persona perfecta para nosotros está ahí afuera, esperando para ser descubierta.

Se necesita ser una clase determinada de persona para estar buscando constantemente una canción de la cual enamorarse. Se necesita ser un enamorado del amor, alguien que mas que del objeto de afecto, esté enamorado del sentimiento; de esa obsesion repetitiva que nos da por determinadas canciones despues de escucharlas por primera vez.

La idea de esta entrada y de las que vendrán en el futuro de esta serie es hablar o directamente colgar esas canciones que han sido objeto de mi enamoramiento fugaz, de esos que consisten en dos o tres días de repetir una canción una y otra vez hasta que el sentimiento pasa y vuelve a su estado natural: el de ser otra canción mas.

Comenzamos con mi último enamoramiento "Run Right Back" de The Black Keys. Canción que descubrí escuchando el disco El Camino.